¡Cubanos por el eufemismo, seremos como el Ché!
Ahora el orador fue Ramiro Valdez, uno de los comandantes históricos de la Revolución. Lo sacaron de emergente en la polvorienta y aburrida ceremonia de aniversario de la muerte del Che. Y allí Ramiro el esclarecido desplegó su visión renovadora.
De repente se acordó el orador que la economía cubana es un desastre. Le llevó 50 años llegar a esa conclusión y ver que el sistema económico cubano se sostiene por la caridad ajena y por el aguante y docilidad increíbles de nosotros los cubanos. Y llamó a una “revisión crítica” de la política económica en Cuba. Convocó al debate, llamó a “…una mayor comprensión de los problemas, la búsqueda colectiva de soluciones que no podrán ser nunca mágicas, que tienen que basarse en el trabajo, en la capacidad del país para generar recursos…”. Electrizante.
Y hasta dejó claras sus esperanzas. Dijo el Comandante histórico:
“Lo que esperamos de este debate es que nos ayude a romper con la inercia, el dogmatismo y el estilo burocrático, a desarrollar el enfoque creador, a liberar donde estén trabadas las fuerzas productivas y a lograr que nos acostumbremos a revisar y actualizar críticamente las fórmulas que aplicamos en la economía”. Je, je, las fuerzas productivas, que frase, digna de los materialistas históricos, junto al papel del proletariado y esas cosas.
En fin, lo que se puede esperar es… más de lo mismo. Seguir retorciendo los mecanismos a ver como se puede meter el cuadrado en el círculo, o sea, capitalismo pero en el cubanismo: empresitas mixtas, con españoles, canadienses, italianos y otros tiburones engordando a costa de la ineficiencia del gobierno cubano, cero iniciativa privada cubana y en fin, la bobería que tiene al país arruinado y a la sociedad demolida desde hace medio siglo.
Tan fácil como sería decir: Economía de mercado. Pero eso se les trabaría en la garganta a los dinosaurios. Prefieren seguir perdiendo tiempo y oportunidades. Y aunque tengo pocas esperanzas, ojala me equivoque.
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