Cubanistica y otras razones: septiembre 2007

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Luz de la calle… oscuridad en la casa

Dice el gobierno mexicano que está tomando medidas importantes para evitar el tráfico de cubanos hacia los Estados Unidos de Norteamérica. Implementación de mecanismos para evitar el tráfico de cubanos, dice literalmente. Uno casi se siente feliz al ver tanta compasión y preocupación en el gobierno mexicano por el destino de los cubanos que al fin logran salir de Cuba.

Al respecto dice el Secretario de Gobernación que "…esto nos ha llevado a que tengamos acciones, rescatemos a muchas víctimas de este trato y puedo informarles también que en estos momentos realizamos tareas muy importantes para evitar el tráfico de grupos de cubanos hacia Estados Unidos". Y aquí tengo que hacer un paréntesis.

El gobierno mexicano es un reflejo de la idiosincrasia mexicana. “Te odio, mi amor…”, pudiera ser el lema de las relaciones México-Estados Unidos. Unas relaciones bastante enfermizas. El ejemplo que vivo con frecuencia es el de la custodia de las carreteras que llevan a Estados Unidos.

Al viajar en auto hacia EUA uno se encuentra varias barreras, establecidas por diferentes instituciones mexicanas (el ejército, la fiscalía especializada, etc.) para revisar que uno no lleve drogas. Sin embargo, al transitar en sentido contrario, no hay ni una sola barrera. Nadie te detiene. Por tanto, el gobierno mexicano se dedica a evitar que entre droga a territorio estadounidense, cuando en realidad esa es tarea y problema de los estadounidenses, y no cuida la entrada de dinero y armas a México. Absurdo sobre absurdo.

Y este tema de los migrantes no es un absurdo diferente. ¿Qué le importa a México que por su territorio pasen cubanos, que además no tienen la menor intención de permanecer en México, en camino hacia los Estados Unidos? Pero, además, es bien conocido que los cubanos entran a EUA a través de los puestos fronterizos, llegan allí en taxis, en autobuses, inclusive en avión, sin mayores penurias, y son aceptados inmediatamente en territorio estadounidense. Sin traumas, no hay problemas. Esa gente llega, es aceptada de inmediato y se inserta en la pujante y exitosa comunidad cubana. ¿De qué victimas habla entonces el secre de Gobernación?

Por otro lado, pienso que a los Estados Unidos les preocupan más los millones de mexicanos que anualmente entran ilegalmente a su territorio. A través de desiertos, engañados por traficantes de personas, perseguidos por la policía migratoria y por rancheros racistas que los cazan a tiros.

Quizás al secre de Gobernación lo traicionó el subconsciente cuando hablaba de victimas. Hablaba de miles de cubanos, pero pensaba en millones de mexicanos.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Lage Jr. tiene una idea

A cada rato uno lee a un nuevo genio. Ahora le tocó a un muchacho que se llama Carlos Lage Codorniu, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y, casualmente, hijo de Carlos Lage, vicepresidente (je, je) de la Republica de Cuba.

Los hijos y otros parientes de la nomenclatura cubana han adoptado diversas posiciones en esta interminable telenovela política. Desde Alina, la hija bastarda de Fidel Castro que desde el exilio es su más acérrima crítica, hasta los que metastásicamente están diseminados como directivos en empresitas, corporaciones y otros pingües puestos en Cuba.

La mayoría calla y sólo disfruta, pero a Lage Jr. le dio un ataque de genialidad revisionista y anunció su más reciente descubrimiento: la Revolución puede alimentar a las personas, inclusive puede garantizarles bienestar, pues ello no está reñido con la teoría socialista. Sin remordimientos, ya se puede comer y vivir bien. A gozar del bienestar socialista se ha dicho.

De acuerdo a ello, según nuestro neo-socialista, "…Hay necesidad de que la gente sienta en el plato de comida las bondades de la revolución…". Vamos, el que pueda comerse un bistec, debe elevar la vista hacia el mas próximo cuadro de Fidel y dar las gracias. Y si las papas fritas tienen forma de hoz y martillo, pues mejor aun.

Pero la inundación de sabiduría no cesa. Dice nuestro joven Mesías:

"La lógica de la revolución es que no se atiene a dogmas" y sería "un error atenernos a las mismas fórmulas del pasado, es necesario aplicar fórmulas nuevas y cambios"

Que reconfortante. Sin embargo, prudentemente hay que abundar cuando se menciona la palabra “cambio” en Cuba…

"los cambios nunca van a ser de principios, serían de formas, porque no hay decisión de cambiar las esencias de la revolución"

En fin, otro Felipito en camino del grupo de apoyo del Comandante, esta vez con pedigree…

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