La triste consecuencia de vivir informado…
Hace apenas 60 años la gente fumaba sin miseria, en cualquier lado, en cualquier cantidad, pues todavía un médico aburrido y aficionado a la estadística no había relacionado la incidencia de cáncer de pulmón con el hábito de fumar. Además, después de relacionarlo, le costó trabajo divulgarlo. Hoy, al hábito de fumar le achacan la mitad de los males humanos y la gente fuma cada vez menos.
Yo, por cierto, lo dejé hace casi 5 años y la verdad que fue lo mejor que hice; ahora no soporto la peste a humo. Nada, que dicen que no hay peor enemigo que el antiguo amigo.
Antes también se comía sin remordimientos. El gordo de puerco en el arroz amarillo, los salamis, jamones, tocinos, el pellejo del puerco asado, la salsa grasosa y rojiza de los fricasés cubanos, la salsita del bistec en el fondo de la sartén, los plátanos fritos (¡cualquier cosa frita!), las torrejas (¡cualquier cosa dulce!), los quesos, mantequilla, leches enteras, salchichas, chorizos, butifarras, salchichón y todas esas cosas grasientas, aromáticas, deliciosas, que ahora son… una tenebrosa fuente de colesterol.
Coño, que uno ahora no puede comerse unas costillas de puerco fritas, rociadas con generoso mojo de naranjas y ajo, sin que se te quite de la cabeza que tienes 260 no se qué de colesterol en la sangre, pero que, además, como sino bastara, hay varios tipos de colesteroles, malos y buenos, y que el malo se convierte en bueno si te pones a correr 40 minutos en las mañanas (que horror…) y que, como si fuera poco, hay otras cosas que se llaman triglicéridos y fosfolípidos y urea y el coño-e-su-madre que te joden todo cada una de ellas por separado y que si se juntan pues entonces estás completamente jodido.
Ahora me doy cuenta que nuestros abuelos y anteriores se morían sin saber por qué, pensando en que le quitaran lo bailado, y también lo comido, que carajo, sin atormentarse calculando que si hubieran comido lechuga con agua hervida y brócoli (más horror…) y pescado blanco hervido sin sal se hubieran muerto sanos y no con la sangre y las arterias repletas de la grasa de los miles de puercos que se comieron en infinitos domingos festivos.
Bueno, ese es el hecho obvio, tengo el colesterol alto. Y si quiero morirme sano debo dejar de comer cosas buenas para empezar a comer cosas sanas y desayunar avena y correr en las mañanas para, además, descargar el estrés.
Vaya, que tengo que decirlo, que mierda tanta información… Aunque quizas valga la pena comer mas vegetales.
2 comentarios:
Jaja..Iskan..eres como siempre, la misma chispa que conozco de ti de hace 5 años, desde que te empezo a joder el colesterol...
Hola Popilla, pues asi es, repleto de grasa cara y dañina estoy, pero sigo tirando
un beso
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